Quesillo

La historia de las Islas Canarias no puede entenerse como la historia de un territorio insular aislado pues tanto nuestra cultura como nuestra economía forma parte inseparable de países como Venezuela o Cuba, de ahí que existan aún en nuestras islas platos con raices compartidas, y un buen ejemplo de esto es el quesillo.
Lo cierto es que fueron los emigrantes canarios quienes llevaron la receta a Venezuela donde tomó gran importancia, llegando a ser, en la actualidad, uno de los postres más conocido internacionalmente del país. Sin embargo, en Canarias no se popularizó tanto y solo se conservó en ciertas islas como Tenerife. El quesillo es un postre muy parecido al flan. En Venezuela es muy típico comerlo en los cumpleaños y en Canarias se toma como un postre más.
En contra de lo que puede parecer por su nombre, este postre no lleva queso, su nombre proviene de los agurejitos que se forman en este y que hacen que guarde cierto parecido con el queso.
De cualquier forma, el quesillo es un postre que los canarios sentimos como nuestro y que lucimos con orgullo. Espero que lo probeís.

Grado de dificultad: Bajo
Tiempo de preparación: 1 hora y 10 minutos + 5 horas
Cantidad: 5 raciones

Ingredientes:

• 4 huevos
• 1 bote de leche condensada de 400 g.
• 1 medida (del bote de leche condensada) de leche
• 1 cucharada de esencia de vainilla
• Caramelo líquido

Preparación:

El quesillo debemos prepararlo al baño maría y por eso es importante que utilicemos un olla o bote con tapa para evitar que le entre agua, existen quesilleras especialmente indicadas para ello pero también nos valdrá cualquier otro molde con tapa, además debemos tener en cuenta que el recipiente donde lo hagamos debe caber dentro de otra olla más grande. Cuando tengamos decidido donde vamos a preparar nuestro quesillo empezamos.

Lo primero que haremos será cubrir el fondo del molde con caramelo líquido. Reservamos.

Preparar el quesillo es muy sencillo, simplemente ponemos en una batidora todos los ingredientes, es decir, los huevos, la leche condensada, la leche y la vainilla, y batimos muy poco tiempo pero muy enérgicamente

Vertemos esta mezcla en nuestro molde, sobre el caramelo líquido, pero no lo hacemos directamente sino que ponemos una cuchara en medio para evitar que el caramelo se mueva. Le ponemos la tapa y lo metemos dentro de una olla con agua que llegue hasta la mitad de la quesillera, le ponemos también la tapa a la olla y dejamos cocinar 1 hora a fuego medio-bajo.

Pasado este tiempo, apartamos el quesillo del fuego y lo dejamos reposar a temperatura ambiente durante 1 hora sin desmoldar, lo desmoldaremos cuando lo vayamos a comer. Una vez reposado lo podemos comer cuando queramos pero lo ideal sería dejarlo en la nevera al menos 4 horas y comerlo bien fresquito.

Fuente de la receta: propia