New York cheesecake

La New York Cheesecake es una tarta con raices americanas que se ha ido extendiendo por medio mundo gracias a su increible sabor. Ya en la antiguedad, nuestros antepasados preparaban tartas de queso, es más, es uno de los primeros platos que se prepararon al horno, luego cada país la ha ido adaptando a sus costumbres y es por eo que existen tantos tipos de tartas de queso. Mi historia con esta tarta es un poco más corta pero no menos intensa, y es que la adoro, es tan suave y con ese delicioso sabor de queso y vainilla que me vuelve loca.

Grado de dificultad: Medio
Tiempo de preparación: 2 horas + 24 horas
Cantidad: 10 raciones

Ingredientes:

Para la base:

• 400 g. de galletas digestive avena
• 50g. de harina de almendra
• 152 g. de mantequilla

Para el relleno:

• 900 g. de queso de untar
• 200 g. de leche condensada
• 600 ml. de nata líquida
• 9 huevos
• 30 ml. de vainilla líquida

Para la cobertura

• 300 g. de mermelada de fresa

Preparación:

Lo primero que haremos será la base, para ello trituramos las galletas, podemos hacerlo en la picadora o metiéndolas en una bolsa y pasándoles el rodillo. Este tipo de tartas es importante prepararlas en un molde desmontable porque sino luego nos será imposible desmoldarla en perfecto estado. Cuando tengamos las galletas bien trituradas las mezclamos con la harina de almendra, removemos bien y le añadimos la mantequilla a temperatura ambiente, mezclamos hasta que tengamos una pasta homogénea y fácil de manejar. La ponemos en el fondo y en las paredes del molde repartiéndolas uniformemente por todos los sitios y apretando con fuerza para que no se desmoronen, metemos al frigorífico mientras preparamos el relleno.
Para hacer el relleno de la tarta primero tendremos que batir los huevos, es importante batirlos a mano porque con la batidora quedarían demasiado espumosos, entonces le añadimos la nata, la leche condensada y la vainilla, removemos hasta que esté todo bien mezclado. Ahora toca añadirle el queso a la mezcla pero antes lo ablandaremos con un tenedor para que luego sea más fácil integrarlo con el resto de los ingredientes, entonces lo añadimos a la mezcla removiendo a mano o con la batidora pero con la cuchilla de triturar, no la de batir, porque no queremos que la mezca coja aire.
Sacamos la base de la tarta del frigorífico y forramos las paredes del molde con film transparente, y luego con papel de aluminio cubrimos también las paredes pero la idea es que sobresalga por encima, es decir, es como hacerle unas paredes más altas al molde para que no le afecte las salpicaduras de agua del baño maría al que lo pondremos luego, de modo que no hay que escatimar en papel de aluminio, pero no confundirse... la parte de arriba no hay que taparla. Una vez tenemos forrado el molde, vertimos el relleno sobre la base de la tarta pero es importante no hacerlo directamente sobre esta para que no haga agujero, así que lo echamos lentamente sobre una cuchara.

La tarta la haremos al horno al baño maría, de modo que preparamos una fuente para horno, donde quepa el molde de la tarta, llenándola de agua de forma que al meter el molde el agua le llegue por la mitad, metemos la fuente en el horno y lo ponemos a 150ºC, cuando llegue a esta temperatura metemos la tarta en el horno dentro de la fuente con en agua. Horneamos durante 1 hora y 30 minutos o hasta que al pincharla con una aguja, esta salga limpia, de todas formas hay que tener en cuenta que al sacar la tarta del horno tendrá la textura de un flan y que seguirá endureciéndose cuando se enfríe así que hay que tener mucho cuidado de no excederse en el tiempo de cocción pues quedaría muy seca y tampoco quedarse corto pues se desparramaría por todas partes y sería imposible de comer.

Cuando la tarta esté lista apagamos el horno pero la dejamos dentro con la puerta entre abierta para que no experimente cambios bruscos de temperatura y cuando esté a temperatura ambiente la metemos en el frigorífico sin desmoldar. Es preferible dejarla enfriar durante 24 horas para asegurarnos de que la tarta se asiente bien, entonces la desmoldamos pasándole un cuchillo por el borde, le ponemos la mermelada por encima y volvemos a meter en el frigorífico hasta el momento de servir.

Fuente de la receta: Tartricia