Tiramisú

El tiramisú, hijo predilecto de la romántica Venecia, es uno de esos postres que siempre te dejan con ganas de más porque es suave y cremoso y aporta una sensación muy revitalzadora. Yo he de confesar que el tiramisú entró en mi vida por casualidad hace unos 6-7 años, y antes de eso no tenía ni curiosidad por probarlo, no me llamaba nada la atención, pero eso es lo que siempre pasa, que las mejores cosas de la vida son las que a simple vista pueden pasar desapercibidas. Como siempre, intento aproximarme lo máximo a la receta tradicional así que eso es lo que teneís aquí, el tiramisú de toda la vida

Grado de dificultad: Bajo
Tiempo de preparación: 40 minutos + 3 horas
Cantidad: 6 raciones

Ingredientes:

• 200 g. de savoiardi (bizcochos de soletilla)
• 600 g. de mascarpone
• 200 g. de azúcar
• 4  huevos
• 100 ml. de café
• 90 ml. de amaretto
• 100 g. de chocolate negro

Preparación:

Lo primero que haremos será preparar el café porque para usarlo tiene que estar frío, de modo que lo hacemos y lo dejamos enfriar.

Separamos las yemas y las claras de los huevos. Batimos las yemas de huevo con el azúcar con las varillas hasta que blanqueen, y entonces le añadimos el mascarpone que previamente habremos removido aparte para que sea más fácil integrarlo con los huevos y el azúcar, removemos para que quede bien mezclado. Montamos las claras a punto de nieve y se la añadimos con movimientos envolventes para que no pierdan volúmen.

Cuando tenemos el café frío le añadimos el amaretto.

Rallamos el chocolate con un rallador de malla fina.

Ahora vamos a comenzar a montar el tiramisú. Lo ideal es utilizar un molde desmontable para que luego, al cortar el pastel, nos salgan los trozos enteros y sin romperse, pero puede utilizarse cualquier tipo de fuente. Primero ponemos una fina capa de la crema hecha con el mascarpone y la extendemos por todo el molde, encima ponemos una capa de los savoiardi y con una cuchara vamos mojandolos con la mezcla de café y amaretto, sobre estos ponemos una capa de la crema de mascarpone y encima chocolate rallado. Seguimos poniendo capas como hasta ahora pero hay que tener en cuenta que una capa de soletillas se pone en un sentido y la siguiente se pone en el otro sentido (una horizontal y otra vertical). Para acabar, espolvoreamos sobre la superficie chocolate rallado.

Metemos en el frigorífico durante unas 3 horas antes de servir.

Fuente de la receta: propia